No pretendo ser alarmista, pero creo que ante tal barbarie, tenemos que abrir los ojos y hacer un cambio en nuestra vida y DIFUNDIR  toda esta información que nos resulta incómoda y ante que la mayoría cerramos los ojos.  

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Hace dos años que en mí nació una gran preocupación por este tema. No es que antes no fuera consciente de ésta situación pero creía que con el simple hecho de tirar ese envase/plástico al contenedor amarillo ya era suficiente.

Cada vez que iba al supermercado y miraba los estantes, sólo veía una cosa: plástico y más plástico absurdo recubriendo frutas y verduras entre otros; cada día que pasaba veía el cubo de plástico de mi casa más lleno,…mi manera de vivir estaba dejando huella y era algo que originaba en mí un sentimiento muy negativo.

En ese momento, empecé a hacerme una serie de preguntas: ¿Qué puedo hacer yo para mejorar el mundo? ¿Cómo puedo aportar mi granito de arena a la sociedad? 

Comencé a leer libros sobre cómo reducir el plástico; a comprar a pequeños comercios donde la mayoría de alimentos están exentos de plástico y se venden a granel (contribuyes al por menor y reduces el consumo de éste material) y llevándome siempre mis propias bolsas de tela; cambié mis tuppers de plástico por otros de cristal y aprovechando que tenía Netflix,…a mirar documentales sobre el planeta. Hubieron dos en especial que me marcaron significativamente: Before the flood (traducido como ‘Antes de que sea tarde’, producida por Fisher Stevens y Leonardo DiCaprio), una película documental de 2016 sobre el cambio climático y Cowspiracy: The Sustainability Secret (documental de 2014, producido por Kip Andersen y Keegan Juhn), que trata sobre el impacto de la ganadería en el medio ambiente.

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Éste último punto, aunque parezca el menos significativo, para mí fue uno de los más importantes. Porque como bien dicen,…una imagen vale más que mil palabras.

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El cambio climático y el calentamiento global se están produciendo por múltiples causas:

• El transporte (el 40% de las emisiones de España provienen de vehículos)

• La falta de rehabilitación energética de los edificios (aislamientos, evitar fugas de aire, etc)

• Las industrias (los gases fluorados causan un potente efecto de calentamiento)

• La generación excesiva de residuos (cada persona que vive en Europa genera 1,5 Kg de basura al día)

• La agricultura y ganadería insostenible, los fertilizantes con nitrógeno (producen emisiones de óxido nitroso, una sustancia ligeramente tóxica)

• La combustión de carbón, petróleo y gas (producen CO2 y óxido nitroso)

• La deforestación (tala de selvas tropicales) entre otros.

 

Ya Sonia, pero ¿nosotros cómo podemos evitar esto? No podemos. La verdad que muchas de las causas del cambio climático no dependen de nosotros pero sí hay otras muchas que están en nuestras manos y que sólo nosotros podemos cambiar. Tengamos presente y nunca dejemos que se nos olvide la magnitud del problema pero con este apartado de ‘’nuestro planeta’’ quiero enseñaros y que vosotr@s también me enseñéis trucos y consejos de cómo mejorar. Creo firmemente que las personas podemos hacer grandes cosas juntas y por eso me encanta la frase de

 

‘’piensa globalmente, actúa localmente’’. 

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Para mí, el paso más importante que he hecho, fue hace un año y medio. Sentía que mi corazón y mi cabeza iban por un lado pero que mis actos a la hora de comer eran otros, me sentía incoherente conmigo misma. Por ello, decidí dejar de comer carne, pescado y marisco (queso si que como y huevos los incluyo de vez en cuando y siempre ecológicos).

Con esto no estoy diciendo que todo el mundo debería de ser vegetariano, ni mucho menos, hay mil cosas que se pueden hacer para reducir nuestro impacto, pero lo que quiero es animar a la gente a comer más frutas y verduras, disminuyendo así su consumo de carne. En mi Instagram podréis encontrar algunas recetas vegetarianas/veganas. Os animo a que le echéis un vistazo y probéis la que más os llame la atención.